La misión, visión y valores de una empresa son la base sobre la que se crea la cultura de la empresa. Son el quiénes somos, a dónde nos dirigimos y qué valores tenemos. Juntos crean una identidad de marca que debe ser una guía para todos los miembros de la organización. Y a su vez, esa identidad genera un sentido de pertenencia para todos ellos y es el faro a seguir ante imprevistos, ante la necesidad de tomar decisiones de calado o a la hora de decidir las acciones de marketing, entre otras.
Y aunque parezca extraño, no es un documento privado ni secreto que se guarda bajo siete llaves. Todo lo contrario, la misión, visión y valores de las empresas son públicas, las conocen (o deberían conocer) todos los empleados y en general están publicadas en sus webs, para que sus clientes también las conozcan.
La misión
La misión responde a la pregunta del ¿quiénes somos?. Es la razón de ser de la empresa, el motivo por el que existe. ¿Cuál es su propuesta de valor? ¿a qué se dedica? ¿en qué mercado? En resumen, la misión de la empresa son sus principios corporativos y nos explica a que se dedica, como lo hace y como aporta valor.
La visión
La visión responde a la pregunta ¿quién queremos ser?. Son las metas que se propone la empresa, sus sueños a futuro. Ha de ser inspiradora y motivacional, a la vez que realista y alcanzable. Y debe ser coherente con la misión y los valores de la empresa. Responde a preguntas como ¿qué queremos lograr? ¿dónde estaremos en el futuro? ¿qué cambios serán necesarios para alcanzar esas metas?
Los valores
Los valores responden a la pregunta ¿cuáles son nuestros valores? Sirven como guía para la toma de decisiones y son los principios éticos, morales y creencias sobre las que descansa la cultura de la empresa. Normalmente se enumeran 6-7 valores, de forma que puedan ser conocidos y recordados.
Conclusión
Toda empresa debe definir una misión, visión y valores, pues son la base de su cultura. Y todos los miembros de la organización deben conocerlos, de forma que puedan aplicarlos en su día a día. Por último, en general son públicos y conocidos tanto por clientes, como por proveedores y por competidores.